Este artículo fue publicado el 17 de agosto de 2022 por Eugenio Carrizal
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¿Cuánto cuesta rodar una escena porno?

Cuando uno empieza cualquier negocio, lo imprescindible, incluso antes de abrir una oficina o contratar a gente, es hacer un plan de negocio sostenible. Estudiar el mercado, conocer dónde están las mejores oportunidades e ir a por ellas. Abrir una tienda de ropa para bebés en un barrio envejecido donde casi toda la población sea mayor de 50 años puede ser un poco arriesgado. Meternos en el negocio de las inversiones sin tener ni idea de economía ni conocer los mercados es directamente un suicidio. Por eso uno debe aprender a investigar lo que tiene delante, lo que quiere conseguir y cómo hacerlo. Cada mercado ofrecer distintas oportunidades que se pueden aprovechar, pero debemos estar avispados para lograr encontrarlas. Porque la competencia será brutal, y aunque muchos vendan que solo con una buena idea ya puedes tener un buen negocio, se necesita siempre mucho más que eso.

El mundo del porno es un ejemplo perfecto de cómo una industria puede dar mucho dinero si sabemos cómo exprimirla. Las productoras han tenido que adaptarse a los tiempos y los cambios que se han producido en los últimos años, sobre todo por Internet, han cambiado por completo este negocio. La red ha expuesto el porno mucho más y ha permitido que esté al alcance de todos. Mayor audiencia significa también mayores ingresos, al menos en principio. Sin embargo, cuando vemos cómo todos se lanzan a aprovechar esa oportunidad, hasta colapsar el mercado, entendemos que no es buena idea hacerlo a lo loco. Que el porno, por más que sea una industria menos comercial, también se debe hacer bien. Y que debemos ser conscientes de que este tipo de escenas también tienen unos gastos importantes que en la mayoría de ocasiones son retribuidos, pero esto no es siempre así. El sexo suele dar mucho dinero si sabemos cómo aprovechar nuestros recursos y les sacamos el máximo jugo posible a los medios que tenemos. Y sí, hay porno muy barato, incluso amateur, pero también grandes producciones con presupuestos muy abultados. Y al final todos buscan lo mismo: llegar al espectador y generar esas ganancias que les permitan seguir grabando más y más escenas.

Una industria en constante evolución

Las cosas han cambiado tanto en el mundo del porno que antes se grababan películas completas y ahora solo se hacen escenas. El cambio de formato ha sido impuesto por Internet, donde una película de dos horas es mucho menos interesante que una escena de veinticinco minutos. De hecho, el propio objetivo del cine porno iba en contra de hacer largometrajes tan extensos. Cuando eran expuestos en los cines X en los años 70 y 80, la mayoría de espectadores ni siquiera llegaban al final de la película. Hacían lo que habían ido a hacer y se marchaban. Los cambios forzados por Internet también han traído un porno más directo, más explícito, sin tanta historia por detrás. Apenas una premisa que se sigue, como un marco en el que colocar ese encuentro sexual. El presupuesto de grabar una escena también ha sufrido muchos cambios, por supuesto.

Cuánto se gastan las productoras

Aquí hemos de discernir entre escenas profesionales, grabadas por productoras con buenos medios, y el porno amateur que cada vez está pujando más en este negocio. Ahora, una pareja solo necesita una webcam de mediana calidad, o un teléfono móvil con una cámara decente, para convertirse en estrellas del porno. De forma barata y sin medios, son capaces de grabar escenas interesantes y muy morbosas que tienen precisamente su punto fuerte en ese realismo, en esa verdad. Sin embargo, la mayoría del porno se sigue produciendo de forma profesional, y las productoras se gastan miles de dólares en cada escena, con la intención de que queden lo mejor posible.

En muchos casos se cuenta con equipos profesionales que ya pertenecen a la propia productora, pero en otras hay que alquilarlos, con el sobrecoste que eso supone. En una escena típica de media hora de duración participarán un conjunto de entre seis y diez personas. Los dos actores, que a veces son más, por lo que el presupuesto en sueldos también aumenta, y los técnicos. Hay un director, que suele ser también director de fotografía y a veces incluso camarógrafo. También hay un iluminador, que se asegura de que los focos estén bien ubicados y permitan disfrutar de la escena con la mejor luz posible. Por último, también encontramos a un técnico de sonido, que se encarga de grabar con su micrófono todo lo que ocurre. A ellos hay que sumar a una peluquera/maquilladora, que dejará perfecta la actriz y también al actor si fuera necesario. Pagar todos esos sueldos por escena suele ser caro, especialmente si traes a actores de fuera, que también necesitan estancia, comidas…

Escenas diferentes, presupuestos muy distintos

El presupuesto de una escena porno en una productora grande como Brazzers o Vixen puede rondar los 5.000 dólares. Es un presupuesto grande aunque ni mucho menos el mayor de todos, porque variará según el tipo de escena que se quiera rodar. Hay productoras que incluso alquilan mansiones lujo por unos días para grabar en ellas todo lo que puedan, con un coste bastante abultado. Las estrellas porno del momento pueden llegar a cobrar cerca de 1.000 dólares por escena si su fama ha llegado a ser ya mundial. En otros casos, el pago suele rondar entre los 200 y los 300 euros. A toda la grabación luego hay que sumarle la postproducción, la edición y el lanzamiento de la escena, que se suele llevar a cabo en plataformas especializadas.

Sin embargo, en los últimos tiempos las pequeñas productoras también están buscando la forma de maximizar el presupuesto, grabando escenas mucho más baratas. Buscan a estrellas emergentes que todavía no estén cobrando tanto, y utilizan a una misma persona para hacer de iluminador, camarógrafo y técnico de sonido en muchos casos. Así se ahorran bastante dinero y pueden lanzar escenas por la mitad del presupuesto o incluso menos, pudiendo rentabilizarlas de la misma manera. Si nos vamos ya al contenido amateur, que está triunfando últimamente en la red, este se puede grabar incluso con menos dinero. Apenas se necesita una cámara decente y que el chico o la chica la controlen mientras se lleva a cabo el encuentro. Cámara en mano, un iPhone puede servir para grabar todas esas fantasías hechas realidad y subirlas de una manera mucho más sencilla a Internet. La calidad no será la misma, pero lo importante en este caso es el contenido, no el continente.

Cómo se monetizan estas escenas

Ya hemos comprobado cómo se presupuesta una escena profesional y cuando se puede gastar una productora en grabarla, pero ahora toca ver cómo se monetiza ese contenido. Si estás acostumbrado a entrar en plataformas porno sabrás que muchas veces, los vídeos aparecen de forma gratuita en estas webs… aunque no completos. Se ofrece un extracto del mismo y se anima al espectador a acudir a la web de la productora para poder comprar allí el resto del vídeo completo. A través de esas suscripciones, estas empresas logran sacar mucho rédito a sus escenas, consiguiendo una comunidad de usuarios muy fieles. También utilizan la publicidad de anuncios sexuales para generar ganancias, aunque este método no es tan efectivo.

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