Este artículo fue publicado el 4 de octubre de 2023 por Eugenio Carrizal
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Hustler, uno de los mayores emporios del porno

El sexo vende, y esa es una de las verdades que cualquier persona dentro del mundo de los negocios debe conocer bien a estas alturas. En su justa medida, de manera explícita pero también sutil, el sexo puede convertirse en el mejor gancho para encontrar clientes. Podemos hablar de las bondades de un producto, tratar de convencer a cualquier con pruebas, con palabras… Pero desde hace décadas, publicitar cualquier servicio o producto con una chica hermosa en pantalla, o en una valla o cartel, tiende a resultar mucho más efectivo. Da igual que la chica no tenga nada que ver con el producto, porque se trata de una asimilación por cercanía. La chica es hermosa y deseable, por tanto, el producto también lo es. Para los hombres, que sueñan con tener a una mujer así, y para las mujeres, que desean ser la mujer de la publicidad. El sexo, o más bien el deseo de atracción sexual, siempre ha sido un buen garante de éxito en campañas publicitarias.

Claro que no siempre ha funcionado de la misma manera. En nuestra era actual, donde el sexo está por todas partes y resulta demasiado sencillo acceder a todo el porno del mundo, encontrar una buena forma de llamar la atención no es tan sencillo. Y es que, de hecho, hay tanta competencia en plataformas como Instagram y Onlyfans que ya no resulta descarado ver a una chica mostrando sus encantos. Es una situación muy distinta a la que teníamos hace décadas, cuando las revistas para hombres, que hoy en día nos parecen casi naif, comenzaban a poblar los quioscos. Primero fue Playboy con ese pretendido halo de elegancia y erotismo sutil. Más tarde llegaría la competencia, con Penthouse a la cabeza. Pero fue en 1974 cuando aquel sector cambió para siempre con la llegada de Hustler, una revista mucho más explícita y sin ningún tipo de pretensiones intelectuales. Editada por Larry Flint, un magnate de los clubs de striptease de Ohio, Hustler se convirtió en un peligro para la moral de la sociedad americana, y demostró que las otras revistas solo eran panfletos semieróticos en comparación con lo que ellos ofrecían. Esto les trajo no pocos problemas, evidentemente.

El origen, un club de striptease

En 1970, Larry Flint podía presumir de haber tenido ya una vida bastante intensa y excitante. Acaba de casarse por tercera vez, había participado con el ejército en todo tipo de misiones siendo todavía menor de edad… Su gusto por el sexo le hizo abrir, junto a su hermano Jimmy, un club de striptease en su ciudad natal, Dayton, en el estado de Ohio. El éxito del club no se hizo esperar, y en poco tiempo, lo que era una pequeña aventura se convirtió en un millonario negocio, con varios clubes dentro del propio estado en ciudades como Columbus o Cleveland. Sería poco después, en 1974, cuando Flint tuvo la idea de crear una especie de boletín para los usuarios habituales de estos clubes. Se llamaría igual que la propia franquicia, Hustler, que se podría traducir por estafador.

Larry Flint, su polémico creador

Nacido en 1942, Flint tuvo una vida relativamente normal hasta los quince años, edad en la que se enroló en el ejército de su país gracias a una identificación falsa. Tras estar unos años en la Marina, Flint volvió a Dayton para comprarle a su madre el bar que había estado manteniendo durante años. Gracias al éxito de este local pudo cumplir su sueño de crear un club de striptease, teniendo como socio a su propio hermano Jimmy. El club fue tan bien que en poco tiempo abrieron muchos más, y así nació la franquicia Hustler. Fue precisamente el lanzamiento de esta revista lo que trajo la fama a Flint, que se convirtió en una de las celebridades más polémicas del país por sus opiniones y sobre todo, sus sesiones tremendamente explícitas en su revista.

Tuvo numerosos juicios en los que se ponía en juego la propia libertad de expresión para publicar todo tipo de contenido, incluso pornográfico y explícito. Flint fue atacado en uno de estos juicios y quedó paralítico. Se convirtió al cristianismo evangélico, abandonó la fe, se casó dos veces más y se mantuvo, en sus últimos años, como una figura latente de la sociedad americana. Llegó a presentarse para la presidencia en varias ocasiones, pero su carrera política no terminó de despegar. Para muchos, Flint representaba el ejemplo del sueño americano, un tipo que sin un talento especialmente reseñable había logrado llegar muy lejos en la vida, gracias a su descaro y a su falta de escrúpulos en muchas ocasiones. En el año 1996 se estrena la película The People vs Larry Flint, donde Woody Harrelson interpreta al magnate del sexo en su cruzada por mantener viva su revista.

La evolución de la revista

Hustler llegó a rebufo de Playboy y Penthouse, en sector que seguía creciendo. Flint, sin embargo, era consciente de que no había hueco para una tercera revista del mimo tipo en el mercado, por lo que viró el contenido de la suya hacia lo explícito. La industria del porno estaba naciendo en la Costa Oeste, y el magnate supo entender que había una gran demanda de pornografía también en papel. Al contrario que su competencia, Hustler no tenía reparos en mostrar genitales tanto masculinos como femeninos en todo tipo de posturas sexuales, sin censura alguna. Esto les trajo muchos problemas a Flint y su equipo, que tuvieron que enfrentarse a numerosos juicios por escándalo público, con el secuestro de la publicación como medida preventiva en numerosas ocasiones.

No se trataba de una revista cualquiera, desde luego, y Hustler supo encontrar su lugar como la versión verdaderamente gamberra y sin prejuicios del mercado de las revistas eróticas. Tampoco tardaría en llegar a la producción de porno, un paso natural que también siguieron las otras revistas, menos explícitas. El emporio del sexo creado por Larry Flint se mantiene a día de hoy, ya sin su creador y ejecutor, que falleció en 2021. Hustler es, de hecho, una de las marcas más consolidadas dentro de la pornografía de las últimas décadas, con varios proyectos interesantes. La revista, que ya solo se publica en formato digital, sigue siendo toda una referencia en el sector.

La producción de películas

La revista Hustler es hoy por hoy una de las productoras de cine porno más destacadas del mundo, y eso lo podemos comprobar en todo lo que han ido sacando en los últimos años. De hecho, es habitual que las chicas que posan para la revista sean o actrices porno ya consolidadas, o nuevas estrellas en ciernes. Primero llegó la distribución de películas, con acuerdos con varias productoras diferentes dentro de la industria. Posteriormente Hustler vio que había un filón en producir sus propias películas, y lleva ya varias décadas en el negocio. La revista se mantiene con su estatus, y los clubes de striptease también se han ido expandiendo en estas últimas décadas, consolidando la imagen de la marca.

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