El mercado laboral está imposible, y son muchos los que buscan las mejores formas de negocio, no solo en lo más tradicional, montar algo desde cero, o quedarse como autónomos, sino también en otras opciones que han sido siempre muy populares en determinados sectores, y que ahora se están extendiendo muchísimo. Por ejemplo, el traspaso de negocio como forma de tener nuestro propio comercio. Se trata de una fórmula que se ha dado mucho en los restaurantes, bares y cafeterías, e incluso en hoteles, pero que no es tan popular, o al menos hasta ahora no lo ha sido, en otro tipo de negocios. Es por eso que vale pena estudiar también cada caso, porque tal vez en este tipo de traspasos esté la verdadera solución al problema que podamos tener.
Y es que iniciar un negocio desde cero es algo bastante complicado, y lleva muchas desventajas, desde la propia publicidad masiva que debemos hacer para darnos a conocer hasta encontrar el local perfecto, con todo lo necesario para abrirlo al público. En un traspaso de negocio, estos detalles, por ejemplo, ya no deben preocuparnos, porque estaríamos recibiendo un local con cierto renombre y con todo lo necesario para arrancar a trabajar desde el minuto uno. Es así como muchos ven más interesante esta opción, por permitirles arrancar de una manera mucho más directa el negocio que estaban pensando, incluso con una clientela ya fija, como ocurre en muchos bares o comercios de hostelería.
En qué consiste un traspaso
El traspaso de negocio consiste en un acuerdo entre dos partes por el cual una, poseedora de un negocio concreto, selo vende de manera parcial o total a la otra parte, incluyendo en la mayoría de los casos el local con toda la maquinaria necesaria para sacar adelante el negocio, e incluso el nombre del propio negocio, en algunos casos. Este traspaso se lleva a cabo a cambio de una cantidad de dinero previamente acordada por ambas partes, que supondrá un gasto inicial importante para el comprador, pero será el único pago a realizar. Después de eso, todo lo que consiga en ese negocio será para él, ya que la primera parte, el vendedor, quedará totalmente desvinculado de la empresa. Así es como funcionan la mayoría de traspasos, pero hay que estudiar muy a fondo cada uno de ellos para entender también sus detalles.
Y es que hay traspasos en los que no solo se cede el negocio, sino también las deudas y obligaciones de la empresa. De hecho, muchos venden sus negocios precisamente por no poder hacer frente a dichas deudas, y el precio de venta, por tanto, es mucho mejor, ya que será el comprado el encargado de asimilar todo ese dinero que se debe. El traspaso debe ser totalmente pactado y por escrito, a ser posible incluso ante notario, para que no haya malas intenciones de ningún tipo y ambas partes estén totalmente protegidas en sus derechos. El traspaso de negocio nos va a permitir empezar a trabajar desde el primer momento, siempre que el local esté preparado para ello. Podemos cambiar lo que queramos, claro está, pero tal vez conviene dejarlo todo como estaba, si el negocio no iba mal, e ir probando poco a poco otras cosas.
Quiénes forman parte de él
Como cualquier contrato, en un traspaso de negocio debe haber dos partes, la que vende y la que compra. La parte que vende será el dueño del negocio que se quiere traspasar, y podrá dar cualquier motivo para “desprenderse” de su empresa. En algunos casos se alude a una mala marcha del negocio, pero en otros es todo lo contrario, y el local va tan bien que su dueño ya no da abasto para poder llevarlo. Es entonces cuando aparece la otra parte, el comprador, que será el que ponga el dinero para adquirir el comercio que se traspasa. Lo hará sabiendo todas las condiciones que incluye el contrato, y entenderá que a partir del momento de la firma, todo lo que conlleva la empresa, incluidas las deudas, también le pertenecen.
Cómo valorar un traspaso de negocios
Tenemos que hacer un estudio intenso de mercado antes de lanzarnos a comprar uno de estos negocios que se traspasan. Lo estudiaremos muy bien, ateniéndonos a la marcha del propio negocio, a su popularidad en el barrio o en la ciudad, incluso también en redes sociales. Analizaremos cómo va el negocio en los últimos meses, qué tipo de deudas puede tener, que obligaciones adquirimos si finalmente lo compramos… Analizaremos también todo el mobiliario y el local por completo, para evitar posibles disgustos posteriores a la firma. Si el negocio está en un buen local, tiene buena fama y clientela fija, comprar siempre suele ser una buena idea, aunque está claro que habrá que negociar el precio y eso también será muy importante.
Errores a evitar
Principalmente, lo más importante es estudiar bien cada caso y estar completamente seguros de lo que vamos a adquirir en un traspaso de este tipo. Hacerlo a la ligera no sirve más que para buscarnos problemas. Siempre debemos ir con toda la claridad del mundo y preguntar cualquier duda que tengamos. No podemos ponernos en mano solo del vendedor, porque está claro que tratará de traspasarnos su negocio de la forma que más le favorezca a él. Hemos de evitar también dejarnos llevar por el esplendor de un local que parezca siempre lleno, porque tal vez por detrás ese negocio tenga muchísimas deudas y eso puede ser contraproducente a la hora de adquirirlo.
Haremos un estudio exhaustivo de toda la zona cercana, intentando entender si el negocio va mal por la zona o solo es por la forma de llevarlo. Tampoco deberíamos conseguir uno de estos traspasos solo para mantener todo como está. Seguramente queramos hacer cambios, y serán positivos, aunque al principio mantengamos la mayoría de cosas como son para mantener también a la clientela. Tal vez busquemos cambiar la clientela, el estilo del bar o algo así, y para ello tendremos muy en cuenta factores como la media de edad de la zona, o el aparcamiento disponible en las cercanías. Cada pequeño detalle cuenta, y es que un traspaso es algo realmente muy serio y costoso.
