Cuando uno empieza cualquier negocio, lo imprescindible, incluso antes de abrir una oficina o contratar a gente, es hacer un plan de negocio sostenible. Estudiar el mercado, conocer dónde están las mejores oportunidades e ir a por ellas. Abrir una tienda de ropa para bebés en un barrio envejecido donde casi toda la población sea mayor de 50 años puede ser un poco arriesgado. Meternos en el negocio de las inversiones sin tener ni idea de economía ni conocer los mercados es directamente un suicidio. Por eso uno debe aprender a investigar lo que tiene delante, lo que quiere conseguir y cómo hacerlo. Cada mercado ofrecer distintas oportunidades que se pueden aprovechar, pero debemos estar avispados para lograr encontrarlas. Porque la competencia será brutal, y aunque muchos vendan que solo con una buena idea ya puedes tener un buen negocio, se necesita siempre mucho más que eso.
El mundo del porno es un ejemplo perfecto de cómo una industria puede dar mucho dinero si sabemos cómo exprimirla. Las productoras han tenido que adaptarse a los tiempos y los cambios que se han producido en los últimos años, sobre todo por Internet, han cambiado por completo este negocio. La red ha expuesto el porno mucho más y ha permitido que esté al alcance de todos. Mayor audiencia significa también mayores ingresos, al menos en principio. Sin embargo, cuando vemos cómo todos se lanzan a aprovechar esa oportunidad, hasta colapsar el mercado, entendemos que no es buena idea hacerlo a lo loco. Que el porno, por más que sea una industria menos comercial, también se debe hacer bien. Y que debemos ser conscientes de que este tipo de escenas también tienen unos gastos importantes que en la mayoría de ocasiones son retribuidos, pero esto no es siempre así. El sexo suele dar mucho dinero si sabemos cómo aprovechar nuestros recursos y les sacamos el máximo jugo posible a los medios que tenemos. Y sí, hay porno muy barato, incluso amateur, pero también grandes producciones con presupuestos muy abultados. Y al final todos buscan lo mismo: llegar al espectador y generar esas ganancias que les permitan seguir grabando más y más escenas.